Es evidente que en los tiempos actuales, donde los mercados son cada vez más competitivos debido al incremento de la oferta de productos y servicios de todo tipo, el diseño de estrategias de marketing y comunicación eficaces se ha convertido en un pilar fundamental de cualquier compañía.
Así, una de las claves para que una estrategia de marketing ayude a cumplir los objetivos de ventas planteados es conocer a la perfección quién es nuestro cliente. De esta forma, de poco nos servirá contar con un producto de altísima calidad, si no tenemos claro a quien queremos venderlo. Ese es precisamente el objetivo de definir el buyer persona: ayudarnos a definir y conocer a la perfección las características de los clientes deseados.
El buyer persona es una representación de tus potenciales clientes, que se construye a partir de los datos que tenemos de los mismos, tales como datos demográficos, comportamientos, necesidades, motivaciones, experiencias, etc.
Al hacer este ejercicio de reflexión vamos a ser capaces de ponernos en la piel de nuestros potenciales clientes, llegando a entender perfectamente sus necesidades. Esto nos ayudará a aportar soluciones concretas y adaptadas a lo que realmente nos están demandando.
Información a tener en cuenta en la definición de un buyer persona.
No tiene por qué haber solo un buyer persona. Una empresa puede contar con dos o más, en función de su cartera de productos y servicios. La información que puede ser relevante para definir a nuestro cliente ideal puede contener datos relativos a:
– Situaciones personales y familiares.
– Datos demográficos, como el sexo, el nivel de renta, etc.
– Comportamientos y necesidades.
– Qué productos y servicios compra actualmente.
– Etc.
Una vez completado tu buyer persona, el reto es contar con productos y servicios que realmente atiendan a las necesidades e inquietudes del mercado, debiendo definir un mensaje que te permita poner en valor aquellos aspectos más destacables.